Paz perpetua
En medio de la noche, las luces del coche cortando la oscuridad. Magdalena Vázquez preparó el mate corto, rutero, para la cuarta ronda de la noche. Cuando iba a pasárselo a su marido, levantó la vista al frente y dejó…
En medio de la noche, las luces del coche cortando la oscuridad. Magdalena Vázquez preparó el mate corto, rutero, para la cuarta ronda de la noche. Cuando iba a pasárselo a su marido, levantó la vista al frente y dejó…
Estoy llegando a la estación de trenes de La Plata, es una estructura color crema con una cúpula de gajos verde inglés azulejados. Hace frío en este mes de agosto. Hay que pasar agosto, dicen en el campo, cuando el…
15 de julio Querido Diario: Si algo me encanta de la actuación, es poder disfrazarme de algo que no soy y recibir dinero por eso, puedo jugar a que tengo confianza, a que soy comprensiva y etc. Siempre hice papeles…
Es lunes. Raquel Acevedo entra al cine. Es un cine pequeño, de butacas aterciopeladas rojas, paredes rojas satinadas, todo tiene un brillo colorado en el cine menos el telón que es opaco y negro. Raquel ama ese cine con aires…
Tiene nueve pisos y tres subsuelos y no se sabe para que se usará. Es enorme y está tapado desde hace años con publicidades que cada tanto se cambian. A pocos metros, el obelisco le hace sombra en los días…
Estoy tomando mi café, viendo como cae la lluvia en montones de gotitas minúsculas como prismas de luz agitadas por el viento. El invierno se anuncia crudo este año, y tendré que comprar un abrigo nuevo, pienso. Me queda poco…
René Céspedes era un señor decente. Tenía 55 años, pelo canoso, gruesos anteojos cuadrados, y daba la sensación de bienestar económico. Él trabajaba en una empresa de finanzas donde también trabajaba Carmen. Carmen era casada con Juan Carlos desde jovencita,…
Todos opinaron que fue una tragedia que Armando no me haya recepcionado en aquel flip. El quiebre de cadera y de las últimas dos vértebras me alejó para siempre de los concursos donde hasta ese momento, éramos la pareja favorita.
Valeria fue a trabajar a la dulcería como todos los días. Pasó el portón de la fábrica y el dogo argentino se le acercó. Era una bestia enorme, con ojos avellana de humano rencoroso y una mandíbula carnicera que anunciaba…
Lucrecia contempló su cocina en esa mañana de domingo y sonrió satisfecha. “Perfecto”, se dijo a sí misma. Luego pasó el dedo por las hornallas, los azulejos de atrás de la cocina y las mesadas, comprobando que no quedaba ni…