Por qué escribo
A veces me preguntan por qué no escribo más seguido. Tengo mucho que decir/escribir, indudablemente. De muchacha me pronosticaron, con una batería de test vocacionales, que iba a ser docente de letras. -¿Docente yo? Dije: ¿ni a palos!!! ¡Mamá inspectora…