Crónica de pesca
Viernes 20 hs, mensajito del primo: ¡Vamos a pescar mañana tempranito con los chicos! Inmediatamente se me vino a la memoria un novio que tuve. Novio, bah que se yo, huesito porque amigos con derechos ya es una categoría superior. Resulta ser que además de parco era El Paja y por lo tanto le gustaba pescar. ¿Hay algo más paja que pescar? Si hablamos de pescar su rubíes o tarariras, vaya y pase, algo que dé pelea, ¡pero sino no califica como deporte! Además, es contradictorio porque se va a pescar temprano onda despunte del alba. Imagínate neblina, hiciste 120 km de ruta, estas ahí con frío, 7 de la mañana y el tipo ahí con su caña. ¿Qué hace? Nada, mira el agüita.
Una, entiéndase la boluda que lo acompaña le alcanza un mate. Y cuando ya no te bancas la inmovilidad le preguntas: ¿Y si cambiamos de lugar? – shhhshhh que me espantas a los peces.
Ok entonces el objetivo del juego es quedarse inmóvil y en silencio esperando a que el pez pique. Pffff!!!!
Ustedes dirán si, es de pajero, pero este era pajero para todo. Ejemplo: llamada un jueves/ sábado/ martes por la noche: ¿qué haces? Pregunta él, no vaya a ser cosa que tener una conversación normal sea mucho desgaste.
Yo: en casa.
El: ¿venís?
Yo: Vení vos que tenés auto.
El: es que estoy calentito en mi camitaaaaaa, Venite en taxi, yo te lo pago.
Dios. Decir que usaba de símbolo una pila. ¿Donde? ¿Dónde la dejó? Ponele que yo decía que no, entonces caía la frase de pajero: bueeeeno no importa, (nada lo perturba, ni siquiera gasta energía en enojarse) mandáme una fotito.
¿Se dan cuenta???? Prefería una foto a agarrar el auto y hacer 30 cuadras para tener un encuentro posta.
Justo a mí que odio calentar el agua si no voy a tomar mate, le deseaba poco menos que un cáncer de próstata, por eso, por pajero.
Lo dejé con su tararira en el anzuelo y me dormí tan pancha.