Crónica de los 21 días
Según Howard W James (1842-1910) se necesitan 21 días para crear un hábito e inversamente para deshacerse de uno. ¿Y porque funciona así nuestro cerebro? Diez que busca liberar neuronas de la toma de decisiones, pues. ¿Cómo, ya me sulfata a yo, no era que usamos solo diez por ciento de nuestro cerebro? Entonces desocupar neuronas para que, ¡¿la puta madre?!
Más allá de este problema químico/ filosófico/ neurótico; y patógeno/ erógeno/estrógeno necesitaba dejar esos estados de ansiedad.
Cansada de renegar con las intermitencias del telúrico decidí comenzar una desintoxicación de su adictiva presencia/ ausencia. Dicen que para esto hay que otorgarse premios. Cómo soy muy golosa el kiosco de mi amiga Pato no da abasto ya que vengo saqueándolo con regularidad casi matemática. Si para el final del proceso no aumente 25 kilos será de milagro.
Según los expertos cuando hay disfunciones en la familia de origen se busca resolver esas carencias en la pareja. ¡Chocolate por la noticia! ¡Y mantecol también!!!
Había llegado a una semana de silencio radial.0 wathsapp 0 mensajes 0 llamadas. Les había avisado a mis amigas que el martes es el día bajón y estaban todas sobre alerta. De repente llega un mensaje del ex – quía padre de mis hijos. «Me quedo los nenes hasta mañana» decía la infausta misiva.
– Nooooooooo, decía Ari, ¡da para recaída!!!! ¡Da para humillación innecesaria!!!! ¡Que garrón!!!!
Si pensé. Barrí, me bañe, lave los platos, busque mensajear a mis amigas, etc Todo en vano. A la media hora lo mensajeo al tipo.
– hola, puse. Ya era bastante humillación.
Me mando tres o cuatro líneas al hilo y en el mismo minuto. Casi solito, cortito y al pie arreglo para venir.
Ay Dios, no tengo voluntad.