Crónica de la periodicidad
Las relaciones entre hombres y mujeres son desde siempre motivo de chistes, novelas, Crónicas, canciones, etc. Esas relaciones generan felicidad, ansiedad, alegría, tristeza, que se expresan de varias maneras. Los rencores de ellos vociferando a Maná, onda “donde estás maldita, donde te has metido” los de ellas, gritando a todo lo que da “con la misma moneda te pagué infeliz” de la Princesita Karina. Pero los situás frente a frente y ponen cara de póker los dos. ¿Para qué se creó el lenguaje?
Es un chino porque además de sentimientos encontrados, o mejor dicho, desencontrados, no se manejan los mismos tiempos en uno y otro bando. Nacho me comentaba una situación con su novia. La llamaba religiosamente todos los días, dos días que no la llamó y la chica se volvió loca. El no entendía, porque solo habían pasado dos días.
-Le rompiste la periodicidad, le dije.
-Eeeeh? Me preguntó como si se lo hubiera dicho en islandés.-¿Qué le rompí?
No es una metáfora, las mujeres somos cíclicas, cosa de la que los varones no tienen ni idea. Por lo tanto, cuando por negociación tácita y después de un período de mínimo 21 días se creó implícitamente una costumbre, suponemos que se va a seguir. Y lo que suponemos, caballeros, es ley. No está escrito en ningún lado, pero tiene fuerza de decreto presidencial. El la llamaba todos los días, al segundo día sin novedades, ella se desquició.
-Pero coooomo, ¿si siempre llama…???
Y ahí le damos a la manivela mental y agarráte. Desde las hipótesis más estrafalarias hasta las teorías más rocambolescas, podemos elucubrar cualquier cosa en cinco minutos. Ah sí, porque encima, pensamos rápido. Aparece él fresquito como una lechuga y vos ya pensaste las 25 diferentes maneras de eviscerarlo.
El la miraba como si se la hubieran cambiado ¿qué pasó con la dulce y cariñosa doncella? Por dos días de silencio había devenido en jauría feroz y piquetera. El punto de vista masculino es que ese comportamiento es ilógico. Y si, convengamos que no se están manejando con los mismos códigos, je.
_Ah, entiendo me dijo, lo voy a usar a mi favor.
Me sentí la peor de las traidoras, le acababa de dar información estratégica y crucial a un miembro del ejército opuesto. Espero que la novia de Nacho nunca se entere que fui yo.