Alaia
Me llamo Rosalía Argüelles. Nací el 27 de septiembre de 1976 en Longjumeau, Francia. Mi mamá Maria Esther Biscayart de Tello casi se muere dos veces en mi primer mes de vida. Me alimentaban las enfermeras y mi papá, Nestor Julio Argüelles. Ya había desaparecido mi hermano Marcelo Rodolfo Tello en marzo del 76. Mis otros dos hermanos, Pablo Daniel Tello y Rafael Arnaldo Tello estaban siendo perseguidos y amenazados junto con sus familias. Los dos desaparecieron luego, en 1978, en San Fernando. Pero los seguimos nombrando.
Me contaron que yo era muy pequeña al nacer, mucho más pequeña que mis padres, obviamente, pesaba apenas dos kilos. Sin embargo, y en medio de toda esa situación, yo era una bebé risueña. Me quisieron nombrar ALAIA que es «Alegría» en vasco, pero no les autorizaron el nombre. Un mes y medio después de nacida, cuando pudieron pisar firme y hacer los trámites, me nombraron Rosalía.
-Es lo más parecido que pudimos encontrar, me dijo mi mamá.
Mi papá, usaba un seudónimo, Higinio Mena, y con esa otra identidad escribió cantidad de poemas, canciones y novelas. A mí también me gusta escribir, y junto con la capacidad de reír y de bailar siempre fue lo que me salvó de la tristeza.
Yo tengo tres hijos hoy, que saben sus nombres, Pablo Tupac Muñoz, Lila Ainhoa Muñoz y Amaia Jazmín Muñoz, y los nombres de sus padres y de sus abuelos.
La identidad es lo que permite soportar y resistir las condiciones adversas, y hasta el exilio, el terror, la esclavitud y el sometimiento. El poder contestar de manera segura, firme e incuestionable a la pregunta: -QUIEN SOS? es el mayor regalo que se le puede brindar a una persona. En el mes de la identidad, y para que todos y todos los hijos apropiados recuperen su nombre, acá les dejé la historia del mío.
